sábado, 20 de junio de 2009
Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de tí
Primero hace una promesa. Después, no acaba de desdecirse, pero deja claro que las cosas no son tan fáciles. Si tienes suerte, esbozará una sonrisa comprensiva para dar una solución amable. De nuevo, tiene truco, pero ella ya está haciendo lo posible. ¿Quién podría culparla? ¿Quién podría gritarle a la cara que conociendo las respuestas de antemano no juega limpio? Con ella siempre se pierde.
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