Una mujer ecuatoriana arma escándalo frente a un pobre hombre pálido que tiene cerca a lo que presumiblemente son su hija y su esposa. La mujer, bajita pero tenaz, se atreve incluso a insultar a la señora del susodicho mientras no deja de avanzar en dirección al hombrecillo, quien parece estar al borde de la catatonia, pues no es capaz de articular palabra o de realizar movimiento alguno. Su mujer, en cambio, empieza a arder de furia por dentro. Y eso se nota por fuera. Con gesto decidido, al tiempo que aprieta con fuerza la mano de su hija pequeña, increpa a esa mujer que ha surgido de no se sabe dónde y se ha lanzado al cuello de su marido. No quiere pensar ni por un momento en si efectivamente su marido se ha relacionado con la individua. Ahora solo importa alejarse del bochorno y tranquilizar a la niña, que mira con ojos asustados la escena.
Finalmente, mientras la ecuatoriana rompe a llorar, el hombre acaba por reaccionar y grita que va a llamar a la policía si no deja a su familia en paz. Pero esa mujer se guarda un as en la manga: le recuerda, entre sollozos, los planes que ambos hacían para un futuro feliz y menciona detalles íntimos que solo podría conocer una amante. Esta vez sí, la esposa ultrajada, ofendidísima, propina un sonoro bofetón a la mujer a la vez que dirige una mirada asesina a su marido. A grandes zancadas, se aleja del lugar mientras maldice mentalmente la feliz idea de su hijita de tomar el tren para ir de tiendas por Madrid. Y es en ese momento cuando la historia pierde su interés, y todos dejamos de mirar, y tú de leer.
1 comentarios:
las cosas que pasan por el mundo adelante :(
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