lunes, 12 de junio de 2006

Una experiencia hecha de 7 soledades

Se convirtió en... un cordero errante. Amenazado por los lobos, rechazado por los suyos...". A mí, con esta frase se me hiela el corazón. Y a la niña que fui, con esto el aire angustioso de los pulmones se revolvía peleando para salir. Libros para un cuento, debería titularse esta sección... para un cuento de terror (*). ¿A quién se le ocurre llevar esto a imprenta y recomendarlo para infantes así, sin más? ¿Qué ha pasado con la sensibilidad, con el derecho a una infancia feliz? Aunque tengo que confesar que en esa frase no solía apenas reparar, pero sí me extrañaba un final triste (para variar).

Una profesora de filosofía que tuve se horrorizaba ante la clasificación de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll como cuento para niños, y tenía toda la razón: es más un relato metafísico para adultos que un ingenuo cuento para incautos. En fin, que suelo aprovechar el tiempo de estudio para hacer boludeces del estilo de remover en el baúl de los recuerdos y buscar mis libros favoritos de antaño -todo lo que sea aprovechar el tiempo me encanta.



* Casi tan dañino como las armas "Mass destruction" de las que hablan Faithless.

2 comentarios:

mart dijo...

Decía Sabina en una canción: "Las niñas ya no quieren ser princesas" y podríamos añadir también que,los niños ya no quieren escuchar cuentos...porque ahora ya tienen playstation.Pronto será el quinto cumple de mi sobrina y ya tengo su regalo desde hace semanas...Cuentos completos de Oscar Wilde,yo tengo una edición de hace muchos años,y aún me emociono cuando releo "El gijante egoista"

mart dijo...

Suena mejor así: El jigante egoista