miércoles, 29 de marzo de 2006

Nosotros, los publicistas

alfalfaOdiados y ...¿amados? ¿Quién no ha maldecido alguna vez las interminables pausas de publicidad y se ha acordado al mismo tiempo de toda la familia del publicista de turno? Pobres de nosotros... solo somos un eslabón más en la cadena madre del capitalismo.

Meditaba hace unos momentos sobre la posibilidad de establecer unas reglas de ética publicitaria universales, al estilo del juramento hipocrático, que censurara terminantemente y acabara de una vez por todas con la publicidad de mal gusto, chabacana y mal hecha, por este orden.

En fin, que si vosotros no prestarais realmente atención a los amables consejos publicitarios, nosotros no existiríamos, así que gracias por adelantado.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad, ya existe un código deontológico como en cualquier otra profesión, aunque algunos no se ciñen a este, precisamente...