sábado, 16 de mayo de 2009
I had a lot of dates but I decided to stay home and dye my eyebrows
―¿Y le vas a dejar el traje?
―¡Ni aunque de ello dependiera su vida! Será mi mortaja. ―Elliott se sentó en la cama y se movió de un lado a otro, como una mujer agobiada―. ¡Es tan grande la maldad! ¡Los odio! ¡Los odio a todos! Todo les parecía poco para halagarme cuando podía yo convidarlos, pero ahora que estoy viejo y enfermo ya no les sirvo para nada. Ni diez personas han venido a preguntar por mí desde que caí en cama, y en lo que va de semana no he recibido más que un ruin ramo de flores. ¡Yo, que todo lo hice por ellos! Han comido a mi mesa y han bebido mis vinos. Les he hecho recados. Les he dado fiestas. Ningún sacrificio he regateado para complacerles. ¿Y qué he sacado de todo ello? ¡Nada, nada y nada! No hay ni uno de todos ellos a quien le importe que me muera o que viva. ¡Qué crueldad! ―comenzó a llorar. Las lágrimas, grandes y pesadas, empezaron a correr por sus arrugadas mejillas―. ¡Ojalá no hubiera salido nunca de América!
SOMERSET MAUGHAM: El filo de la navaja
1 comentarios:
!hola!
muy belo su blog,
Te encontré por su interese en Yann Tiersen.
besos, Íris
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