sábado, 3 de febrero de 2007

Escher, el arte de lo imposible

escherAtención... Chin, toque -solemne- de platillo... Aún estás a tiempo de ir a visitar la exposición del genial artista Escher en Centro Arte Canal en Madrid (Plaza de Castilla, 4 €, abierto todos los días hasta el 4 de marzo, más información aquí). Yo me he pasado por allí este sábado, y tengo que hablar de la laarga cola que había para entrar -lo siento, 20-25 minutos en hora punta no te lo quita nadie- pero también de lo mucho que merece la pena esa espera. A continuación, la pequeña anécdota, mi opinión personal, y la crítica artística, que se la dejamos a otros.

Como en toda exposición de arte medianamente importante, no te vas a salvar de dos especímenes, a cual peor: el "enteradillo" (probablemente profesor de Plástica en el colegio, a lo peor) y la "plasta/maruja" qué-hago-yo-aquí. También pululan un puñadín de "alternativos", que desaparecen rápidamente. Sin duda, el enteradillo es el peor: habla para todo aquel que quiera escucharlo, y estropea sin piedad tu propia interpretación de la pieza. Quiéraslo o no, te influye que un desconocido, a grito pelado, cante las excelencias del cuadro que tú estás observando, que, por encima, no es de tus favoritos. Te hace sentir como una miserable ignorante, hasta que caes en la cuenta de que está repitiendo lo que tú misma acabas de leer en la columna de introducción a la sala (muy interesante, por cierto).

En otro orden de cosas, increíble lo transformado/irreconocible que está el mismo espacio que antaño alojara otras exposiciones como Guerreros de Xi'an. Suelos tapizados con obras del artista gráfico, salas en diagonal y espejos que no parecen ser tales. Es todo un juego visual, que se une al reto que ya de por sí plantea la propia obra de Escher. Hablando de juegos, algunos de los grabados (litografías y xilografías) planteaban quebraderos de cabeza imposibles, como divertidos puzzles mentales, con lo que esta es una exposición indicada para toda la familia: dos niños monísimos americanos lo estaban pasando en grande con las piruetas visuales de Escher. No podemos decir lo mismo de los españoles chicos que protestaban ante sus padres, lástima. En cuanto a mí, me quedo con la sala 7 y sus propuestas infinitas. Son la parte más conocida de la obra del artista, desde luego, y con razón. Aunque también me agradaron los grabados de su primera época, inspirados en los paisajes italianos. Y las esferas como tema recurrente. Y los mosaicos de lagartos con su división del espacio. Bueno, me encantó un poco todo.

Por último, recomendaciones: la película proyectada en una sala adyacente al recorrido (cuidado con perderte) es fundamental para comprender algunos detalles importantes; el vídeo-animación sobre el cuadro "Galería de grabados" realiza un loop fascinante, para ver una y otra vez; la sala 9 (o caja mágica) guarda una pequeña sorpresa, quédate hasta el final de la animación; hay unos pocos ordenadores al final del recorrido con información extra, indaga sobre todo en la sección denominada "post-Escher"; la tienda colocada estratégicamente antes de la salida tiene un montón de golosinas curiosas, tú también caerás.

Y todo ello en 2 prácticas horas; la justa duración para apreciar los pequeños detalles sin acabar mareada de tanto arte. Por último, dejo un enlace de la Página oficial de Escher; cosa curiosa las animaciones o paseos virtuales que aparecen de tres de sus obras más famosas, no te las pierdas (en la sección "Downloads").

2 comentarios:

mart dijo...

Hola Bárbara.
Jajaja...muy acertada tu reseña sobre los "especímenes" que pululan en las exposiciones de arte,museos...y demás eventos culturales.Has despertado mi curiosidad acerca del artista y la exposición,me gustaría ir pero me temo que en esta época va a ser complicado.Bueno guapa,estudia y mucha suerte en los exámenes

Anónimo dijo...

hombre, aunque sea algún domingo, podrás escaparte. merece la pena, es una exposición entretenida como pocas. pues nada, no hace falta que te diga que estudies porque seguro que ya lo haces :P