domingo, 21 de enero de 2007

El sueño de los justos

viejas
Dos adorables ancianitas tenían esta curiosa conversación a la hora de la merienda:

-¿Te has enterado de lo último de Conchita?
-¿De lo de su marido?
-No, mujer. De lo de su hígado.
-¿Qué le pasa a su hígado?
-Pues... Bueno, es difícil de explicar... Es que...
-Pero, venga, ¡suéltalo!
-El caso es que...
-¡Ay mujer, qué pesada!
-Es que es algo muy delicado.
-Bueno, pero hay confianza, ¿no?
-Está inservible.
-¿Qué?
-Que el hígado no sirve. Tiene cáncer.
-¿Pero qué me dices? Si ella tiene muy buen aspecto...
-Bueno, a ella siempre le ha gustado abusar del maquillaje. Pero es lo que hay. La semana próxima acaba el plazo.
-O sea que... Lleva así desde hace casi un mes.
-Eso mismo. Y fíjate que se lo han visto a tiempo. Por eso dejan que pase un mes.
-A mi cuñado fue visto y no visto. En dos días le llevaron al Centro y todo acabó. Y sin embargo a mi abuelo, pobre, le tuvieron un año sufriendo... Eran otros tiempos.
-No te creas. Si llegara el caso y pudiera elegir... Prefiero seguir aquí un año.
-¡Pero no puedes! Sabes de sobra que a quien le toca, le toca. No hay marcha atrás.
-Para tí es fácil decirlo, Adela. Con tu historial médico yo también estaría tranquila.
-Y aunque no fuera así. Todos sabemos que tal y como está el mundo hoy, nadie quiere, ni puede, ojo, ocuparse de esas cosas.
-Pues hubo un tiempo...
-Hubo un tiempo en que había menos gente y más recursos. Y lo sabes tan bien como yo. Y a nadie más que a mí le gustaría que pudiéramos decirle a Conchita: "Sí, hija, tendrás medicinas contra el dolor y todos cuidaremos de tí hasta que te vayas". Pero no puedo. No podemos. La píldora es más barata. Y más segura para todos.
-Pues entonces habrá que ir a verla.
-Sí, el próximo jueves tengo un ratito...




1 comentarios:

Mauricio dijo...

Hola Bárbara,

Que el blog está diferente, rebueno!

Y ya con un año, te felicito!

beso carioca